El Senado del Estado de Illinois, por unanimidad, acaba de destituir al gobernador Blagojevich, después de un procedimiento de impeachment (juicio político) que duró 4 días. Votaron por la destitución del gobernador Demócrata (que estaba cumpliendo su segundo mandato) todos los Senadores: los 37 Demoócratas y los 22 Republicanos.
Pasaron menos de 60 días desde que estallara el escándalo de la «venta» de la banca del Senado Federal que dejó vacante el Presidente Barack Obama. El 5 de diciembre de 2008, el diario Chicago Tribune informó que agentes federales habían intervenido las comunicaciones del gobernador Blagojevich en el marco de una investigación. El 9 de diciembre Blagojevich fue detenido, acusado de intentar vender la banca en el Senado Federal que dejaba vacante Barack Obama y de presionar a las autoridades del Chicago Tribune para que echaran a algunos de sus periodistas que habían firmado notas críticas contra el gobernador. El 14 de enero pasado, la Cámara de Diputados de Illinois decidió por 117 votos a 1, enjuiciar al gobernador. El único voto en contra fue el de su cuñada. El lunes 26 de enero se inició el proceso de juicio político el Senado -cámara juzgadora-, presidido para la ocasión por el presidente de la Corte Suprema del Estado.
Las grabaciones telefónicas no sólo se vinculan a las negociaciones ilegales en torno a la banca del Senado, sino también a la «venta» de decisiones políticas a cambio de financiamiento para sus campañas electorales y a la entrega de subsidios de los cuales se retenía una porción como aporte de campaña para Blagojevich.
David Ellis que actuó como Fiscal, en representación de la Cámara de Representantes del Estado -cámara acusadora-, dijo en su alegato final ante el Senado: «Cada decisión que este gobernador tomó durante su gestión estuvo basada en uno de estos tres criterios: su situación legal, su situación personal o su situación política» y concluyó que la evidencia demostraba que el gobernador había abusado de su poder en su beneficio personal.
En todos los países puede haber y hay corrupción. La diferencia entre unos países y otros está en la reacción de la sociedad y de las instituciones frente a los corruptos. El episodio de Blagojevich lo demuestra. En algunos países, la corrupción no se tolera; los mecanismos de control funcionan; las sanciones se aplican. El Senado de Illinois no sólo ha destituido al gobernador, también le ha aplicado una inhabilitación de por vida para ocupar cualquier cargo público en el Estado de Illinois.
En otros países, en cambio, los escándalos se suceden unos a otros; rara vez se ponen en marcha la Justicia o los mecanismos de control político; mucho más raras son las condenas en caso de corrupción, financiamiento ilícito de la política, venta de influencia, coima, peculado y mientras todo esto sucede, la sociedad afirma como justificativo de todo esto: «Roban, pero hacen».
Esa es la diferencia.