La administración Kirchner en sus dos períodos se ha caracterizado por el manejo discrecional de la pauta publicitaria del Estado, como elemento de presión para los que piensan distinto o se animan a criticar al gobierno y como forma de favorecer los negocios de los empresarios afines al gobierno.
El manejo discrecional de la pauta publicitaria oficial no difiere en nada del manejo de otros recursos públicos por parte del gobierno de los Kirchner. En efecto, la coparticipación, las obras públicas, los subsidios, los planes sociales, los vehículos oficiales, el canal de televisión oficial, todo se gestiona como si fuera patrimonio personal del matrimonio presidencial y se utiliza para premiar amigos, castigar opositores y comprar adhesión.
La arbitrariedad, la discrecionalidad, la discriminación van ganando por goleada, pero esta semana la defensa de los principios republicanos y la democracia anotó un gol.
La Sala IV de la Cámara en lo Contencioso-Administrivo Federal dictó un fallo en el que condena al Estado a cesar en la discriminación contra la Editorial Perfil, a cuyas publicaciones el gobierno ha sistemáticamente excluído de la pauta publicitaria, como represalia a la línea editorial.
Es cierto que sería aconsejable regular de una vez por todas el tema de la distribución de la pauta oficial, estableciendo criterios objetivos y limitando el poder discrecional de los funcionarios de turno. Sin embargo, la Constitución argentina es suficientemente explícita en cuanto a los principios generales que deben regir la acción de gobierno. Así lo destaca el fallo al reconocer que excluir a las publicaciones de Editorial Perfil de la pauta publicitaria implica un ataque al principio de igualdad, a la libertad de expresión y al derecho de información plural por parte de los ciudadanos. Son esos principios básicos de la república los que el gobierno no respeta. No respeta principios elementales. Tan elementales que no sólo están reconocidos en la Constitución, sino en todas las convenciones y tratados internacionales de Derechos Humanos. La igualdad, la libertad de pensamiento, opinión y expresión y el derecho a la información son también Derechos Humanos; vaya la aclaración para la pareja presidencial que parece tener un catálogo reducido de esos derechos.
«El limitar o coartar la libertad de expresión a las personas y a los medios periodísticos -sostienen los Camaristas- supone una grave herida al sistema democrático el que se sustenta en la voluntad de la ciudadanía que ha de ser esencialmente libre de toda presión directa o indirecta». Y continúa el fallo: «… lo que se examina aquí es una conducta discriminatoria con el único objeto ostensible de castigar a publicaciones no afectas al gobierno de turno» (la negrita es nuestra).
Cuando la Justicia se anima, hay esperanza para las garantías, los derechos y libertades en Argentina.
Fallo de la Cámara en lo Contencioso-Adminsitrativo Federal – Sala IV-, en causa: «Editorial Perfil S.A. y otro c/Estado Nacional. Jefatura de Gabinete. Secretaría de Medios de Comunicación s/Amparo Ley 16986 [Descargar PDF]