Néstor Kirchner significó la reconstrucción del poder presidencial, pero no aceptó que el poder en una república es por esencia limitado. Kirchner descreía de la división de poderes, de la función del Congreso, del valor de una Justicia independiente, por lo cual construyó y aprovechó la mayor concentración de poder en el Ejecutivo desde el regreso a la democracia.
Concibió el diálogo, el consenso, la diversidad de opiniones como otro límite inaceptable y marcó la vida política y social argentina con el signo del enfrentamiento, la fragmentación y la exclusión -hasta el final- de los que piensan distinto.
Publicado en LA NACION, Buenos Aires, 31 de Octubre de 2010
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1320040