La corrupción y otros óxidos del sistema político

Sin duda, la corrupción es uno de los factores que erosionan la calidad de la democracia y se combina -en un ciclo de espiralización- con otros factores como la pérdida de confianza en las instituciones, el deterioro del Estado de Derecho, el menoscabo de la libertad de expresión, la creciente polarización que genera una dinámica política de amigo-enemigo.

Los óxidos que atacan el sistema democrático son de distinta naturaleza; algunos tienen connotaciones delictivas -como la corrupción-; otros son de naturaleza cultural -como la pérdida de confianza de la ciudadanía en las instituciones-; otros son de carácter institucional -como el abuso de los poderes de emergencia-.  Algunos autores señalan también el fracaso de las políticas públicas y la falta de respuesta y solución a los problemas de la sociedad.

Las constituciones y las leyes pueden funcionar como “anti-óxidos”, pero como muestra el estado de la democracia en la actualidad, las leyes son necesarias, pero no suficientes para garantizar la vigencia plena y buen funcionamiento de los sistemas democráticos. De hecho, uno de los fenómenos que caracteriza el proceso de “autocratización” es precisamente la utilización de los mecanismos constitucionales y legales para legitimar el abuso de poder o incluso la captura del Estado.

Publicado en el libro: DERECHO CONSTITUCIONAL DEL SIGLO XXI: DESAFIOS Y OPORTUNIDADES

Coordinadores: Manuel Aragón Reyes, Diego Valadés Ríos y José Tudela Aranda

Fundación Giménez Abad de Estudios Parlamentarios, España, 2023

Se puede acceder al libro completo en el siguiente link

https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=893255